Acceso: Desde Negreira cogemos la AC441 dirección Muxía. En la rotonda de A Pereira tomamos dirección Muros siguiendo la AC400 hasta el lugar de Pino de Val. En la rotonda tomamos dirección Outes por la DP3404. Encontraremos a unos 2km de Pino de Val un cruce a la derecha que nos indicará a Outes por San Ourente. Es una carretera sinuosa hasta encontrar la capilla de San Paio, donde aparcamos y que será el punto final de la actividad.

Cabecera: Retomamos la misma ruta pero en Pino de Val cogemos dirección Muros hasta un cruce a mano izquierda (unos 3km) en el lugar de Asenso. Seguir una pista asfaltada estrecha hasta la aldea de Gosende. Justo en la entrada de la aldea, observamos a nuestra izquierda una pista de tierra que baja hacia la vertiente de los barrancos. Dejar el vehículo procurando no estorbar puesto que es zona agrícola y hay paso de tractores y ganado. Seguimos el camino descendente hasta su final, siguiendo a la izquierda por otro camino y buscando ya, el regato. El inicio está en dos viejos molinos.

Final: Capilla de San Paio. Desnivel: 140m hasta la confluencia con el San Paio.

Dificultad: Difícil.

Descuelgues: Parabolt con anilla. Siempre hay la opción de los árboles en caso de que la instalación esté en mal estado después de una riada. Pasamanos: Parabolt con cable y cuerda.

Horario: 2 horas.

Descripción: El inicio son pequeños destrepes hasta ganar la primera reunión asegurados a un pasamanos de cable (puede estar roto debido a alguna crecida, en ese caso tendremos un árbol un par de metros atrás). Desde aquí la cuerda ya es una constante hasta su final. Después de los tres primeros rápeles tenemos un destrepe muy resbaladizo entre un buen caos de rocas.

Para el cuarto rapel hay dos opciones. La más atractiva es realizarlo desde el propio cauce, encontrando una reunión sobre una buena roca. Para este descenso es importante que no haya un caudal excesivo y verificando que ningún tronco obstaculice o dificulte el paso, convirtiéndolo en una trampa (es normal que después de una riada algún árbol caído se quede empotrado). Para la segunda opción, cruzamos el regato con mucha precaución y asegurados hasta ganar un pasamanos de cable y cuerda muy visible, siguiendo una repisa que nos deja en otra reunión fuera de la zona más complicada. La recepción es en una poza muy oscura y fría desde la que tendremos que trepar justo a la izquierda de la caída del siguiente rapel en un paso muy técnico y expuesto, Treparemos siguiendo un resalte escalonado muy evidente en el que suele haber una cuerda para ayudarse y, al mismo tiempo, que sirva de seguro puesto que el ascenso se hace en una zona muy expuesta. Trepamos hasta alcanzar la repisa y desde un árbol iniciamos el siguiente rapel de 20 metros. Ojo en este paso, observaremos que hay un resalte donde las cuerdas sufren algún que otro roce considerable si hacemos péndulos a los lados. Bajar siempre en línea recta. Un último rápel de 15 metros ya en rampa que se puede hacer en semi tobogán asegurado con la cuerda o detenerse 4 metros antes y hacer el único salto en todo el descenso. Ojo en esta zona con crecida por el rebufo que se forma aunque se puede solventar acometiendo el salto por delante del chorro. Dos rapeles más comunes ya con San Paio.

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Seguimos con otro rapel que se desarrolla escalonado entre caos de rocas hasta alcanzar el último rapel de unos 12m. que nos empotra en una grieta. Precaución en la recepción, pues según el caudal tendremos un rebufo y toda el agua cayendo justo encima pudiendo ser agobiante para algún caso (también es un rapel opcional, se puede destrepar por la izquierda). Aquí ya confluyen los cuatro barrancos: San Paio, Riberiños, Fontiñas, Vao da Casa  y Gosolfre.

 

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A partir de aquí es mejor dejar el cauce del río y seguir una senda a nuestra derecha que nos lleva hasta otro salto de agua que se aprovechó para la vieja central hidroeléctrica con una presa completamente derruida.

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Cascada de la presa: 55 metros

Para acceder a ella, la mejor opción es meterse de nuevo al agua cuando encontremos, a nuestra izquierda, el derruido edificio de la vieja central hidroeléctrica, a la que se llega cruzando una pasarela. Desde este punto hasta la cabecera nos llevará unos 10 o 15 minutos metidos en el curso de agua.

 

Las condiciones de árboles caídos y los duros inviernos, condicionaron o se llevaron por delante, en varias ocasiones, los descuelgues de parabolt y anilla, por lo que podríamos encontrarlos bien inservibles o deteriorados. Si estuviesen óptimos, el descenso se acomete fraccionado, con un rapel de unos 15 metros con trazado diagonal y que nos deja en una cómoda repisa. Desde aquí hasta el final, también con una tendencia diagonal hacia la derecha. Superado el salto de agua nos espera un divertido tobogán (según condiciones de caudal) de unos 8 metros. Una vez realizado, la mejor opción es abandonar el río y seguir la senda y camino forestal hasta la capilla de San Paio (unos 10 minutos).

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