Un destino laboral me llevó a encontrarme y conocer a dos referencias de la escalada ibicenca. Todo un lujo compartir esta foto con un histórico como Miguel Poyal y un presente con tanto nivel, humano como técnico, que tiene Félix Sánchez. Lo malo es que no hubo la coincidencia con el reloj para poder dedicar un par de horas a la escalada sobre los acantilados, sin embargo sí la tuvimos en el aeropuerto Félix y yo para despedirnos de nuevo, además Félix es de raíces gallegas, de Lugo.
Seguro que nos veremos de nuevo!!