Hacía tiempo que no sentía la aventura, al menos con esa percepción que mata la ansiedad por descubrir. Salieron unos días diferentes, con la única idea de crear convivencia entre algunos de los que configuramos el equipo de bomberos de Costa da Morte. Necesitábamos vida.
Los planes del proyecto inicial pisando la cima de la montaña más alta de los Picos de Europa, se cambiaron en el último instante a causa de una climatología inestable, por adentrarnos en las entrañas de la tierra siguiendo el curso de agua que esculpe la Cueva de Valporquero.
Los cambios también trajeron más amigos, más amigos y colegas como son los buenos profesionales del GREIM de Trives. Con Maiden, Justo y Javi que hicieron todo más seguro y más dinámico aunque hubiese que robar segundos a la prisa, metiéndose en medio del grupo para ganar esa pausa que requiere la admiración.
Con Pablo Tahoces visitamos y dormimos en la Ponferrada Templaria y seguimos sus pasos buscando un altímetro analógico que llevaba guardado en uno de los refugios más espectaculares y ubicado sobre uno de los mejores balcones de Picos, en Collado Jermoso. Salimos desde Pandetrave en una fantástica y cómoda excursión con descenso a Cordiñanes y Posada de Valdeón, donde la sidra y el queso culminaron la celebración de haber pisado y sentirnos parte del paisaje.
COLLADO JERMOSO