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  • Foto del escritorRubén Suárez Carballo

INFO BARRANCOS. Xallas







Este año hemos tardado en meternos en la joya galaica. Después de haber disfrutado el año pasado de un caudal perfecto que mantenía un nivel adecuado a la demanda ecológica y turística, y una temperatura excepcional, también nos permitió recuperar un montón de posibilidades como el gran tobogán en las marmitas intermedias o el rapel en la gran olla antes de alcanzar la gran cascada.


A miércoles 15 de julio apreciamos caudal bajo hasta los muros del viejo canal, aunque esto ya suele ser habitual en los dos últimos años. La temperatura del agua de fría a fresquita pero puede ser debida a que la climatología no ha sido muy buena hasta la fecha. De todos modos el Cañón del Xallas requiere siempre neopreno completo o la recomendación de no dejarse la chaqueta en el coche y llevarla con nosotros en la mochila.


Desde el muro del canal, abstenerse del salto tal y como lo hemos visto hoy. El tobogán posterior estaba sin embargo perfecto. En la secuencia de marmitas siguientes a la segunda laguna, la primera del sifón se accede con mucha precaución, y ojo con el drosaje al pasar al otro lado cuando nos quedamos detrás del chorro puesto que nos puede arrastrar hacia la corriente y meternos en los rebufos de las siguientes.


El gran tobogán descartarlo. En la cabecera del primer rapel observamos como los aliviaderos del canal en uso estaban abiertos, creando largas cascadas muy cargadas de agua, creando eso si un espectáculo que invita a buscarlas como descenso aunque no serían muy practicables dada la fuerza que llevaban.


En la repisa de salto (12 metros) estaba resbaladiza y sin el trozo de cuerda que se había dejado como pasamanos para acometer el salto.

Si se rapela hasta el agua recordad que se puede cizallar la cuerda y precaución abajo en la recepción.


El tobogán del embudo no se ha podido hacer desde su inicio debido a que no tenía caudal, descubriendose un escalón. Pero superado éste por el lateral derecho se puede acceder para dejarnos llevar por la fuerza del agua. A partir de aquí el agua se vuelve color chocolate por todo lo que se arrastra desde el canal. Se puede ir por el río disfrutando de las corrientes como si fuesen toboganes. Precaución de no pasarse de largo...


Del pasamanos la cuerda estaba destrozada. Nos hemos llevado los restos y precisa reposición.

El rapel en la gran marmita muy condicionada, recomendable no llevarlo a cabo y seguir hasta la siguiente reunión y de ésta al árbol. En el árbol hemos sustituido el cordino para descender hasta la penúltima poza encima de la gran cascada y cruzarla con seguridad, recordando que hay un parabolt para asegurar.


OJO en el pasamanos hacia la cabecera de la cascada final. Uno de los parabolt de la segunda reunión se ha arrancado, observando que el invierno ha pasado su factura sobre las instalaciones.


Los dos largos rapeles finales como siempre.


¡¡ Buen descenso allá donde vayáis !!



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